El mundo de los niños está hecho de imágenes. Si un niño es capaz de interesarse por libros con imágenes, es también capaz de disfrutar mirando pinturas.

El adulto puede acompañar al niño en su descubrimiento del arte, es más, tiene un papel muy importante en suscitar el interés del niño porque éste interés no aparece automáticamente. En su libro “Cómo hablar de arte a los niños” Françoise Barbe-Galle, nos da pistas y ejemplos muy prácticos sobre cómo despertar ganas de ver cuadros teniendo en cuenta la edad de los niños.

“Darle la vuelta” a la manera tradicional de observar obras de arte.

Mejor que contarles antes de todo el contexto de la obra (época, artista, tema, etc.), la autora propone abordar directamente la obra. El cuadro tiene que ser la prioridad y aún más para un adulto no especializado en arte. El objetivo es satisfacer la curiosidad del niño pero contestando a sus preguntas y no adelantando posibles dudas.

Expresar simplemente la impresión del momento
Podemos compartir con un niño ( utilizando sus propias palabras) una emoción provocada por la obra “me encanta el rojo de esta pintura”; comentar un detalle “mira éste pájaro tan bonito”; o transmitir una sensación “esta pintura me da un poco miedo”. Es aconsejable decirles porque nos gusta o no una obra, que es lo que nos divierte o inquieta, e intentar explicarle el por qué. El niño seguramente quiera entenderlo y nos preguntará cosas. También podemos confesar que no sabemos por qué la pieza nos produce tal emoción y preguntarle al niño lo que le parece, a lo mejor nos ayudará a ponerlo en palabras.

Dejar que el niño haga su propia elección
Es importante tener en cuenta lo que la atrae al niño. Françoise Barbe-Galle nos aconseja seguirlo ( tanto en las galerías como en los museos ) hasta que se pare delante de una obra. Su elección puede sorprendernos, sin embargo tiene que ser el punto de partida. De todas formas la visita o descubrimiento se puede empezar por dónde se quiera, evitar en la medida de lo posible hacerlo de manera metodológica. El arte tiene que ser un placer.

La edad no es un límite
¿Un niño pequeño es más sensible a una obra abstracta? No es así, cualquier cuadro puede despertar interés en un niño. Se puede fijar en una pintura de un tema que desconoce, lo importante es usar un vocabulario adecuado en función de la edad del pequeño.

Podéis aprender mucho más en el libro “Cómo hablar de arte a los niños” ( Editorial Nerea ) que podéis encontrar en nuestra galería de la calle Sèneca de Barcelona.

 

Ahora, queremos proponeros un pequeño ejercicio. Enseña una obra a un niño y pregúntale:

¿Te gusta esta pintura? ¿Qué prefieres? ¿Qué te hace sentir?¿En qué te hace pensar? Este  momento de intercambio os resultará un privilegio, un rato para compartir y conversar, para dejarles que se expresen, para despertar su curiosidad y para aprender de su particular punto de vista….Adelante!