Comenzamos la semana entrevistando a Pintachan, uno de nuestros ilustadores y diseñadores gráficos favoritos. Nos encanta su estilo entre naïf, Pop, colorista y ultrarreferencial.
PLOM: ¿Cómo se escribe tu nombre? ¿Pintachan, Pintachán o Pinta Chan?
PINTACHAN: La verdad es que en un principio pensé en llamarme Pintamás pero la suerte quiso que el dominio estuviese ocupado por una empresa de reformas. Me quedé con la parte de “pintar” y le añadí lo de “chan”, que es el sufijo que utilizan en Japón para llamar cariñosamente a los niños. Así que supongo que es Pintachan, todo junto y sin tilde.
El pequeño Pintachan
PLOM: ¿Dibujabas de niño? ¿Cuándo empezaste a dibujar?
PINTACHAN: Sí, dibujaba. Creo que como cualquier niño, aunque mis dibujos no eran precisamente los que colgaba la profesora en la pared de clase. Lo que más me gustaba era dibujar personajes de tebeos usando papel de calco. ¡Ahora me suena casi prehistórico!
PINTACHAN: Lo de empezar a dibujar más en serio me vino mucho más tarde. Hace 20 años las enseñanzas artísticas eran muy diferentes y mi yo adolescente no creía que alguien se podía ganar la vida dibujando sin ser Picasso. Me matriculé en Biología en la universidad y cuando acabé no me veía trabajando en un laboratorio. Por el bien de la humanidad, tratando de evitar grandes catástrofes que podía haber causado rodeado de materiales inflamables, aparqué los tubos de ensayo y le di una oportunidad a los pinceles.
PLOM: ¿Quién te introdujo en el mundo del arte? ¿Alguna persona en especial?
PINTACHAN: Supongo que lo del arte es algo que te va enganchando poco a poco: un libro, una película… Aunque yo me considero sólo un espectador. Lo mío es dibujar. Los libros ilustrados siempre me han llamado la atención, desde que era muy pequeño. Cuando acompañaba a mi padre a las librerías podía pasarme horas en la sección infantil, ojeando libros de Richard Scarry o Alain Grée. Siempre me llevaba un par a casa. Todavía hay algunos en las estanterías de mi estudio.
Juan José no es San José
PLOM: Cuéntanos algo de tu infancia en relación con el mundo del arte.
PINTACHAN: Te puedo contar la historia de la que podríamos decir que fue mi primera comisión. Cuando tenía 6 años empecé la EGB en un colegio de curas. La mayoría de mis compañeros estaban versados en la materia pero, para mí, aquello de la religión era terreno desconocido. Uno de los primeros días de clase me pidieron que hiciera un dibujo de San José y yo me lo tomé muy en serio. Al día siguiente le entregué el trabajo a mi profesor y, por su cara, entendí que no era lo que esperaba. ¡Yo había dibujado a Juan José, un defensa del Cádiz de la época!
PLOM: ¿Crees en los Superpoderes del Arte?
PINTACHAN: ¡Claro! El arte es mágico para todo el que se acerca a él. Es capaz de emocionar, nos ayuda a descubrirnos a nosotros mismos, nos invita a visitar mundos imaginarios creados por otras personas. Creo que descubres los superpoderes del arte cuando te olvidas de todo lo que te han contado, de lo que se supone que te tiene que gustar, y simplemente miras o escuchas. Yo tengo dos niños y con ellos todo se ve mucho más claro. No hay prejuicios. Sólo disfrutan o no.
Pintachan tiene 2 Superpoderes del Arte
PLOM: ¿Cuál es tu Superpoder?
PINTACHAN: Tengo dos, la verdad. El primero es que soy muy cabezota, que es algo bueno y malo a la vez, como casi todo en la vida. La parte buena es que cuando empiezo algo, no paro hasta que lo termino y considero que el resultado es aceptable (aunque siempre se puede mejorar). La parte mala, mejor no te la digo… Centrémonos en lo bueno. Mi otro superpoder es que tengo mucha facilidad para recordar caras. Es algo que me resulta muy útil a la hora de trabajar porque la mayoría de mis proyectos se basan en crear personajes, así que siempre encuentro inspiración.
PLOM: ¿Cuándo y cómo te gusta trabajar?
PINTACHAN: Trabajo siempre en mi estudio. Soy “planta de interior”. Comparto el espacio con mi chica, que se dedica a la caligrafía, y también con mis hijos, que hacen los deberes y dibujan en la mesa de al lado. Decidimos montar un espacio para toda la familia, ya que pasamos mucho tiempo allí.
PINTACHAN: A la hora de trabajar no soy mucho de horarios, más bien de periodos muy intensivos que voy alternando con días de descanso. Cuando estoy inmerso en un proyecto trabajo muchas horas seguidas, todas las que me permite mi vida familiar. Desde muy temprano (empiezo a trabajar a las 7) hasta que los niños ya están en la cama. Las últimas horas del día suelen ser muy productivas. Mientras trabajo me gusta escuchar música o podcasts, no me gusta el silencio absoluto.
Lenguaje infantil, ideas adultas
PLOM: ¿En qué estás trabajando ahora mismo?
PINTACHAN: Estoy ilustrando una colección de libros infantiles en la que los protagonistas son bandas o solistas icónicos de la música pop. Parece un tópico pero es el encargo soñado.
PLOM: ¿Crees que algunas de tus obras pueden gustar más a los niños que a los adultos? ¿Por qué?
PINTACHAN: Sí, estoy seguro que es así. Las formas sencillas, los colores alegres, el tipo de personajes que dibujo… Forman parte de un lenguaje que los niños entienden perfectamente. Los proyectos dedicados a niños son algunos de los que más alegrías a nivel profesional me han dado. Creo que ese lenguaje infantil ayuda también a hacer más digeribles algunas ideas un poco más adultas.
Los niños son los mejores críticos
PLOM: ¿Qué te interesa más: la opinión de un crítico influyente o la de un niño de 8 años?
PINTACHAN: Nunca he estado en contacto con ningún crítico influyente, ni siquiera creo que ningún crítico influyente se haya molestado nunca en criticar alguna de mis ilustraciones, aunque por supuesto que me interesaría su opinión. Los niños son muy críticos, saben si algo les gusta o no, y su opinión es muy valiosa, no está condicionada o al menos no debería estarlo. Me gusta saber lo que piensan. Mis hijos me aconsejan todo el tiempo, aunque no siempre les hago caso, la verdad.
PLOM: ¿Qué opinas de PLOM Gallery?
PINTACHAN: ¡Pues me parece un proyecto fantástico! Un espacio para el arte creado especialmente para los niños. Ojalá hubiera más. Es un proyecto precioso. El mundo necesita muchas PLOM Galleries.
El ilustrador y diseñador gráfico Pintachan nació en Sevilla. Su nombre verdadero es Pablo Rueda.
Antes de instalarse en Gijón con su familia, Pintachan vivió en Madrid y Barcelona. Colecciona libros ilustrados para niños, le gustan las películas antiguas de ciencia ficción y adora el regaliz.
Entre sus clientes figuran Hachette, The Telegraph, Samsung, Lidl, Galison, Peaceable Kingdom, Scholastic, McDonald’s, Monocle Magazine y el Ayuntamiento de París.