Paul Antón y Bea Aiguabella
Paul Anton ( Pamplona 1987 ) y Bea Aiguabella ( Zaragoza 1989 ) forman pareja personal y profesional. Los dos son arquitectos y se conocieron en su tercer año de carrera mientras estudiaban en la Universidad de Navarra. Al terminar sus estudios los dos se trasladaron a Londres donde pasaron cinco años trabajando para empresas como Perkins+Will, en el caso de Bea, y Foster+Partners ( Paul ). Durante estos años aprendieron a trabajar en equipo, algo que sin duda les ayuda a hacerlo ahora juntos, en un mismo espacio.
A los dos les ha atraído e interesado el arte desde siempre pero fué Paul el que empezó primero a experimentar cuando todavía vivían en Londres. Bea empezó ayudándole. A medida que los dos avanzaban en sus respectivos trabajos creativos decidieron fotografiar su obra y compartir su trabajo y en poco tiempo consiguieron llamar la atención del público. Cuando vieron que los ingresos vendiendo sus piezas era superiores que los que recibían en sus respectivos trabajos decidieron dejar Londres e instalarse en Madrid, primero en un estudio pequeño pero céntrico en el barrio de Malasaña, y actualmente están instalados en un local más grande donde cada uno dispone de su propio espacio para poder desarrollar su trabajo.
Los dos comparten una misma estética minimalista, calmada, de tonos neutros; obras muy estéticas que transmiten paz y tranquilidad y que funcionan muy bien en espacios domésticos ( aunque no sean obras que estén pensadas precisamente para “decorar” ) Los dos se sienten inspirados por las formas arquitectónicas, la música, los viajes, el trabajo de otros artistas e incluso la inspiración que pueden darnos las RR.SS. En la medida de lo que pueden, prefieren ser ellos mismos quienes venden sus obras, aunque han colaborado con diferentes galerías de arte. Les gusta el trato con la gente y acercar el arte a las personas se les da bien.
Bea es pintora y sus obras se basan en el concepto de repetición y de abundancia, inspirada en e Bea es pintora. Con sus piezas pretende resaltar y rescatar valores presentes en la cultura japonesa, como son la artesanía, la paciencia, el rito, la repetición, la secuencia, el ritmo reposado, y el juego calmado de pequeñas variaciones. «Mi objetivo es generar interés en el acto de observación de elementos aparentemente repetidos pero absolutamente únicos si miramos de cerca y captamos su individualidad.
Paul trabaja con distintos materiales para crear esculturas macizas en madera o yeso, o piezas más livianas que crea en papel a partir de capas con puntos de color, y que están pensadas para colgar en la pared: “ Me interesa crear algo que está en la pared, pero que no es ni pintura ni escultura”. Sus estética y sus líneas nos recuerdan mucho a la arquitectura, y tiene como referentes a artistas como Oteiza cuando trabaja el volumen.
Además de crear sus piezas, comparten también su amor por la ilustración para papelería. Todo comenzó con la creación de sus propias invitaciones de boda. Tuvieron tanto éxito que amigos y conocidos empezaron a encargárselas. A través de su otro estudio BPAUL han colaborado con marcas como Zara, Shiseido, Loewe, Chaumet y Tiffany & Co, creando invitaciones para eventos, packaging, patterns, etc. Son dibujos realistas y representan ramos, frutos, tallos, hojas, flores silvestres, animales, paisajes… Todo con una estética muy cuidada y artesana.